8 de julio de 2024

Pentecostés nos da un corazón nuevo

La solemnidad de Pentecostés es una de las más importantes en el calendario de la Iglesia. “Pentecostés” viene del griego ‘πεντηκοστή’ (quincuagésimo día después de la Pascua). Esta solemnidad nos hace recordar y revivir la efusión del Espíritu Santo sobre los Apóstoles y los discípulos, reunidos en oración con la Virgen María1  

«Espíritu Santo» es el nombre propio de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, pero Jesús lo nombra de diferentes maneras: 

El Paráclito: Palabra del griego «parakletos» que significa «aquel que es invocado». Es el mediador, el consolador. Jesús nos presenta al Espíritu Santo diciendo: «El Padre os dará otro Paráclito» (Jn 14,16).  

•El Espíritu de la verdad: Jesús afirma de sí mismo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6). Al prometer al Espíritu Santo a sus apóstoles, en la Última Cena, dice que será quien mantendrá entre los discípulos la misma verdad que Él ha anunciado.  

•El Señor y dador de vida: El término hebreo utilizado por el Antiguo Testamento para el Espíritu es «ruah». Este término se utiliza, también, para hablar de «soplo», «aliento», «respiración». El soplo de Dios aparece, en el Génesis, como la fuerza que hace vivir. 

Tres consejos del Papa Francisco sobre el Espíritu Santo: 

1. “Vive el presente”, no el pasado o el futuro. 

2. “Busca el todo”. El todo, no la parte. El Espíritu no plasma individuos cerrados, sino que nos constituye como Iglesia en la variedad de carismas. Es, en el conjunto, donde el Espíritu prefiere actuar. 

3. “Pon a Dios antes que tu yo”. Es el paso decisivo de la vida espiritual, no es una serie de méritos y de obras nuestras, sino humilde acogida de Dios. Solo si nos vaciamos de nosotros mismos, dejamos espacio al Señor. 

La novedad del Espíritu: crea un pueblo nuevo y nos da un corazón nuevo.2 

1. Benedicto XVI – 27 de mayo del 2012 

2. Papa Francisco 

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