por De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, el agua es esencial para el ser humano en todas las etapas de la vida. La hidratación es el aporte de agua proveniente de alimentos y bebidas, es un área muy importante dentro de la nutrición.
El agua es el componente más grande del cuerpo. Es parte integral de las funciones celulares, constituye más de dos terceras partes del peso del cuerpo humano. Es un componente de la saliva, la sangre y de los líquidos que rodean las articulaciones. Regula la temperatura corporal, a través de la transpiración, previene el estreñimiento, ya que ayuda a movilizar los alimentos a través del intestino. La deshidratación influye, de manera negativa, sobre el rendimiento físico y mental, pudiendo afectar también las funciones cerebrales, provoca dolor de cabeza, mareos, debilidad, boca seca y falta de apetito.
No todas las bebidas sirven para hidratar, solo son útiles aquellas que no sean alcohólicas, que contengan más de un 80% de agua en su composición y menos de 50 mEq/l de sal. En el caso de las bebidas azucaradas, se recomienda leer la información nutricional en la etiqueta, para detectar el contenido de azúcar, así como las calorías que aportan.
El “balance hídrico” consiste en el equilibrio que existe entre la ingesta de agua (alimentos y bebidas) y las pérdidas de esta (por medio de las heces, orina, sudor). Este balance se encuentra en constante regulación.
Es necesario tomar en cuenta los siguientes factores, que influyen en las necesidades de agua de los individuos: Edad (en los recién nacidos, el 75% de su peso es agua; en niños y adolescentes, el 60% y, en los adultos, del 50 al 70%); género (para los hombres, la ingesta recomendada es de 2.5 litros por día y, para las mujeres, 2 litros); estado fisiológico (durante el embarazo y la lactancia, las necesidades de agua se incrementan, por la placenta y para la producción de leche materna); actividad física (a mayor actividad física, se incrementa la temperatura corporal y la sudoración); temperatura ambiental (cuando esta se eleva, se requiere el consumo de mayor cantidad de agua); composición corporal (la masa muscular requiere de una mayor cantidad de agua para su adecuado mantenimiento y funcionamiento).
La sudoración excesiva, los vómitos, la diarrea y la poliuria (orinar con mucha frecuencia) pueden causar deshidratación y tener consecuencias lamentables para la salud. Las personas que viven con diabetes y los adultos mayores presentan un mayor riesgo de deshidratación.
Alimentos recomendados para garantizar una adecuada ingesta de agua diaria:
- Verdura y fruta fresca de la estación.
- Sopas y caldos desgrasados.
- Gelatina, paleta helada de agua, nieve.
- Te, infusiones, café, agua.
Fuente: Academy of Nutrition and Dietetics, Nutrition Care Manual, 2022.
