por Muchos científicos han encontrado que la oración trae beneficios físicos y mentales en el cuerpo humano. El poder de sanación de la oración es algo de lo que los creyentes estamos seguros; pero, además de la fe, está la ciencia que lo demuestra, como a través de las investigaciones realizadas por el Dr. Harold Koenig, que asegura que la oración es capaz de prevenir enfermedades. Se ha demostrado que las personas que oran más tienen una vida más larga y una mejor salud mental.
Quien dedica un tiempo a la oración desarrolla la capacidad de lidiar con el estrés, teniendo como resultado una mayor sensación de bienestar, son personas más optimistas y menos deprimidas, lo cual da como resultado un menor riesgo de caer en actos como el suicidio.
El origen de la relación entre la neurología y la espiritualidad se encuentra en las investigaciones del Dr. Herbert Benson, cardiólogo de la Harvard Medical School, quien estudió a fondo el papel que el sistema nervioso juega en el proceso de la enfermedad. Mediante estudios realizados, descubrió que la creencia en Dios y la meditación basada en la fe lograban mejores beneficios para mente y cuerpo.
Orar contribuye a evitar la pérdida de la memoria y puede ayudar a prevenir el Alzheimer. Tiene incidencia en áreas del cerebro: corteza singular anterior, lóbulos parentales y frontales y sistema límbico. Se han descubierto más de 40 beneficios positivos de la oración, que han sido probados científicamente; algunos son: alivio del dolor, menor riesgo de ataque cardiaco, disminución de la ansiedad y depresión.
La Palabra de Dios ya nos había enseñado esta verdad, que la ciencia está comprobando: “Y la oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará” Santiago 5,15
¿Has experimentado en tu cuerpo los beneficios de la oración?
