5 de julio de 2024

El gran don de formar comunidad

En esta vida, hay diversidad de personalidades, temperamentos y oficios. Y, siendo seres de cuerpo, alma y espíritu, no solo se nos han dado aptitudes para “ganarnos la vida”, sino, también, hemos recibido regalos y dones espirituales. 

Los dones del Espíritu Santo nos transforman la vida, para que vivamos haciendo siempre el bien a los demás. También, son para ponerlos al servicio de los demás, para construir una comunidad fraterna en medio del mundo. Esta gran comunidad es la Iglesia. Y, como cristianos, debemos caminar juntos, como Pueblo Sacerdotal, hacia la vida eterna. “A cada uno, se le da una manifestación del espíritu para el bien común”.  1Cor.12,7. 

“Reposará sobre él, el espíritu de Yahvé: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y de temor a Yahvé”  Is.11,2 

1. Sabiduría. Tener un conocimiento correcto de la voluntad de Dios. Saber hablar de las cosas de Dios. “Hemos recibido el Espíritu de Dios, que nos hace comprender los dones que Dios nos ha dado”. 1Cor.2,12.   

2. Inteligencia. Comprender las Verdades de Dios por vivir en intimidad con Él. Encontrar a Dios en todo. “Les daré inteligencia, para que conozcan que soy Yo el Señor, y vuelvan a Mí de todo corazón”. Jr.24,7.   

3. Consejo. Discernir los caminos de Dios, para ser capaces de orientar a otros sobre las cosas de Dios, sobre el bien y el mal. “Lo inspirará el respeto del Señor. No juzgará por apariencias, ni sentenciará solo de oídas; juzgará con justicia”. Is.11,3-4.   

4. Ciencia. El Espíritu Santo nos revela el pensamiento de Dios, para tener un conocimiento amoroso y misericordioso de la persona.  “El Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que Yo os he dicho” Jn.14,26.   

5. Piedad. Estar abiertos a la intimidad con Dios. Buscar, siempre, actuar como Jesús.  “Nadie puede decir: ¡Señor Jesús! si no es movido por el Espíritu Santo” 1Cor.12,3b.  

6. Fortaleza. Ser valientes y fieles, aún en las dificultades. Confiar en todo en Dios, a pesar de lo que estemos viviendo.  “No te asustes por lo que has de padecer. Sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida”. Ap.2,10.   

7. Temor de Dios. Es el amor y respeto a Dios, que nos hace apartarnos de lo que le desagrada. “No améis al mundo, ni lo que hay en el mundo” 1Jn.2,15. 

Pidamos a Dios que mande su Espíritu Santo en todo el mundo, para que podamos vivir sus frutos: amor, alegría, paz, afabilidad, bondad. Amén.  

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