25 de abril de 2025

Santidad, regalo gratuito

Es importante recordar que la única persona capaz de realizar milagros es Dios, pero que, en los santos, encontramos grandes intercesores que se unen a nuestras oraciones, para mediar por nuestras necesidades. Esto los vuelve parte importante en la Oración de Intercesión.  Son ellos, la Iglesia Triunfante, los que también, desde allá, se unen a la Iglesia Militante, nosotros, por medio de la oración. 

Ellos nos enseñan que sí es posible ser santo. La santidad es un don, un regalo gratuito que nos da Dios desde nuestro bautismo.  Él nos separa para pasar la vida eterna a su lado,  Si este regalo ya lo tenemos, ¿qué nos toca hacer?  Conservarlo, cuidarlo y atesorarlo cada día, como el regalo tan grande y especial que es. 

Ser santo no es ser infalible, ni ser perfecto, eso solo Dios. Ser santo es seguir el camino que Él marca, para adorarlo con palabras, pero también con actos, es dejarse llevar por Dios, un Dios que es familiar, conocido y con el que se tiene una comunicación constante, es usar la inteligencia y la voluntad para seguir Su voluntad y no la del mundo. 

Es por eso que es bueno acercarse y leer sobre la vida de los santos.  Hay santos que fueron grandes pecadores pero se convirtieron y dedicaron su vida a seguir a Dios; o personas que, desde pequeñas, sintieron este llamado a la santidad y fueron fieles hasta su muerte. No quiero decir, con esto, que dedicarle la vida a Dios es pertenecer únicamente a la vida consagrada, al contario, todos tenemos la posibilidad de ser santos. 

A lo largo de la historia ha habido grandes santos laicos. Conocemos a Conchita Cabrera de Armida, casada, madre de familia, tuvo varios hijos; Carlo Acutis, un joven que, hoy, tendría 30 años. Falleció de leucemia, en 2006, y llevó una vida santa en nuestros días. Ambos en proceso de canonización.   

Aprendamos, de ellos, la manera en que adoraron a Dios durante sus vidas y pidámosles que intercedan por nosotros para que el Espíritu Santo nos conceda ser fieles a este camino y seguirle con docilidad y entrega. 

https://www.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20180319_gaudete-et-exsultate.html

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