8 de julio de 2024

Pablo, Amigo

El P. Pablo Jorge Zavalveytia Aceves, M.Sp.S., nació el 29 de junio de 1950 en la ciudad de México. Sus padres eran Miguel Zavalveytia Velasco y Ma. Teresa Aceves Hernández, tuvieron 3 hijos, José Miguel, Francisco Xavier y Pablo, el menor. 

Le encantaba la música y el deporte: nadar, jugar tenis y el futbol. Era fanático de las “Chivas”, le apasionaba la lectura, leía un libro por semana fumando pipa. Amaba los perros, el “Káiser”, un pastor alemán, lo acompañó durante varios años. 

Ingresó a los 13 años a la Apostólica, con la firme convicción de que si no era Misionero del Espíritu Santo, no sería nada. Su ordenación sacerdotal la recibió el 24 de abril de 1981 en un estadio de béisbol de PEMEX, en Comalcalco, Tabasco. 

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres” Lc. 4,18. Esta es la lectura que el P. Pablo escogió para ese día, y desde entonces ejerció su ministerio movido por el Espíritu Santo; la formación de niños, adolescentes y jóvenes eran su preferencia; la dirección espiritual era una de sus grandes virtudes, escuchaba con el corazón. Tenía una gran devoción a la Virgen de la Encarnación.  

Vivió intensamente la Espiritualidad de la Cruz, siempre en la humildad, con gran sencillez y absoluta generosidad. Unió a Cristo Sacerdote y Víctima el dolor de haber perdido en gran medida la visión por la diabetes. 

Fue designado a la Parroquia de la Santa Cruz del Pedregal, donde pasó sus últimos años, junto a sus hermanos de Comunidad. 

Sirviendo a Dios, celebró su Pascua definitiva el pasado 24 de marzo. 

Gracias Pablo por tu testimonio de vida, fuiste reflejo de Cristo para los que tuvimos el privilegio de conocerte. Siempre nos decías “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” Gal. 2,20.  

Descanse en paz. 

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