por ¿Alguna vez te has preguntado qué lugar ocupas en el universo? Yo, sí me he cuestionado cuál es mi función en el gran sistema universal y he llegado a la conclusión de que todo está en relación, en el universo, todo está entrelazado. El Papa Francisco, en su encíclica sobre “El Cuidado de la Casa Común, “Laudato Si”, nos dice que todo tiene que ver con todo en todos los lugares, circunstancias y tiempos. ¿Cómo explicarnos lo anterior?
Investigando al respecto, leí a Leonardo Boff, quien explica que la ley fundamental del universo tiene que ver con la sinergia, la solidaridad, la reciprocidad y la colaboración. Es decir, todo conspira para que cada ser y cada elemento continúen existiendo y coevolucionando, de tal forma que, en esta interdependencia, todo se complementa unos con otros, la evolución no se da en un solo organismo, sino que todo evoluciona conjuntamente.
Cuando reflexiono sobre lo anterior, me doy cuenta de cuan grande es la sabiduría de Dios para haber creado un universo tan perfecto. Cuanto mayor es la red de interconexiones, mayor es la garantía de supervivencia en el presente y en el futuro (Boff, 2013). Existe un gran equilibrio en este sistema dinámico y abierto, que fluctúa y varía, buscando y encontrando continuamente el equilibrio ¡Qué ciclo tan sabio y maravilloso! Y no solo eso, sino que, dado que todo está interconectado, todo dialoga entre sí.
Estamos religados a todo y a todos. Esta reflexión me lleva a tomar conciencia de la gran responsabilidad que tengo como ser humano para cuidar esta casa, donde Dios me ha colocado, reconociendo que tengo una misión importante en mi vida. Que lo que haga o deje de hacer tendrá consecuencias, no solo en las vidas de las personas con las que coexisto, sino en el sistema universal en el que habito.
Necesitamos meditar sobre esta realidad, agradecer, valorar y tomar postura para decidir qué acciones necesito realizar para preservar, proteger y cuidar nuestra casa común. Ojalá que estas palabras te inspiren para generar estrategias, de forma creativa, para afrontar tu responsabilidad en el universo e intentar dejarlo en mejores condiciones de como lo encontramos.
