5 de julio de 2024

Qué recordar este día internacional de la mujer

En una homilía de inicio de año, el Papa Francisco, con un tono serio, decía: ¡Basta, herir a una mujer es ultrajar a Dios! Hablaba de la importancia de la mujer en la Iglesia: ¡Cuánto amor hay en los ojos de una mujer, que, mientras llora, sabe dar razones para la esperanza! Y es que, durante esta pandemia, se ha incrementado en las estadísticas mayor violencia en los hogares, lugar donde las mujeres deberían sentirse mas seguras.  

Las mujeres, a lo largo de la historia, hemos atravesado diferentes obstáculos, ya sea por el color de la piel, por la nacionalidad, por ser alta o baja, por el simple hecho de ser mujer y, en ocasiones, somos consideradas como alguien que no estará al nivel para representar, dirigir o ser escuchada; en algunos lugares, aún se habla de esclavitud. 

Pero hay alguien que, desde el inicio de su caminar, nos recuerda lo valiosas que somos, confiándonos grandes cosas. Jesús tiene una particular forma de recordarnos lo importante que es la mujer en la vida.  

Desde el momento de su nacimiento, Dios eligió a María, como madre de su hijo; por medio de ella, Jesús inicia la misión en las bodas de Caná.   

A María Magdalena, la ve con compasión, no la juzga y le devuelve su dignidad; a la samaritana, le ayuda a retomar un nuevo camino, diferente al que llevaba; incluso con su muerte, a la primera persona que se le presenta, no es a uno de los doce discípulos, sino a una mujer, para que vaya y sea testigo de su resurrección.  

Jesús dignifica a la mujer, la envía a ir adelante, la pone al mismo nivel que el hombre, la toma en cuenta; nos recuerda que es a imagen, semejanza de Dios, al igual que el hombre. Ninguno es más o menos, es un equilibrio, un balance, aquello que no puedes hacer tú, puedo apoyarte haciéndolo yo, un trabajo en equipo. 

Cada 8 de marzo, se celebra el día internacional de la mujer; sin embargo, es importante que pueda resonar en nuestra vida cuan amadas somos ante los ojos de Dios; con cuánto amor nos creó; nos confía, no solo la vida, nos llama a ser testigos, a anunciar, a ser líderes, a ser buena noticia. 

Tengamos presente que, cada mujer, esposa, hermana, hija, amiga, niña, ha sido pensada con amor; tiene una misión que debe encontrar en su corazón, sin olvidar su valor; no es sombra de nadie, tampoco debe permanecer detrás de nadie; hombre y mujer son complemento. Nadie nos puede quitar la dignidad que nos otorga el amor infinito. Además de su gran aporte a la sociedad, con su sensibilidad, intuición, fortaleza, logra mostrar un punto de vista diferente, pero necesario, para el crecimiento de un mundo tan sediento de amor, que nadie se quede entre la sombra, porque la vida nos lanza a ir hacia adelante. 

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