8 de julio de 2024

Los amigos… nuestras vitaminas

Estamos diseñados para convivir. Comenzamos viviendo en comunidad, en pequeños grupos, donde vamos aprendiendo, desde la infancia, valores, ideologías, actitudes, a desenvolvernos, a comunicarnos expresando nuestras emociones y sentimientos. Nuestra primera comunidad es la familia, nuestro pilar fundamental, en donde nos sentimos amados, cobijados, en donde aprendemos a querernos. A pesar de las situaciones que puedan presentarse, sabemos que esta unión prevalece generando un sentimiento de pertenencia.

También, están aquellas personas con las que vamos teniendo encuentros a lo largo de nuestra vida. Son los amigos, con quienes llegamos a compartir risas, llantos, momentos de dificultad, de enfermedad, de decisión, con quienes vamos estrechando lazos que perduran con el tiempo, convirtiéndose en nuestra segunda familia.

Ellos llegan a convertirse en personas que nos llenan de vitaminas y están presentes a lo largo de nuestras vidas. En algún momento de cansancio, con solo reunirte, platicar con ellos, recibir un mensaje, verlos, abrazarlos, recibes una inyección de energía, te llenan de entusiasmo y de ánimo. Quién no puede recordar un momento en donde reíste tanto que hasta lloraste de alegría y, solo de evocarlo, vuelves a sonreír; o en un momento de dificultad, cuando sientes que tu mundo puede estar al revés, sin color, la llamada o el acompañamiento de ese amigo hace la diferencia. El saber que alguien está allí contigo hace que el camino no sea tan difícil.

Incluso Jesús necesitó de sus amigos y lloró por ellos. Qué importante es sentirse apoyado por ellos y compartir con otros. Aprender a ser mejores, desde la amistad, nos permite conectarnos con lo mejor que tenemos, abrir nuestro corazón: los amigos llegan a ser un tesoro para nuestra vida.

Agradezcamos por los amigos con quienes nos hemos cruzado a lo largo de nuestra vida, que llenaron de color los momentos grises; por los que se alegraron, a veces más que nosotros, por lo bueno que nos pasó; por los que han permanecido a lo largo del tiempo, que han conocido nuestros ratos buenos y no tan buenos y se han quedado para acompañarnos.

Los amigos se convierten en nuestras vitaminas: A de amor; C de confianza, cariño; B de bondad; F de fortaleza; T del tiempo que se comparte. La lista puede seguir, de hecho, te invito a que agregues mas letras que describan a tus amigos.

Los amigos son grandes maestros. Siéntete muy afortunado(a) por el tesoro de la amistad.

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