por Está muy de moda la idea de ayunar y, con eso, poder lograr una pérdida de peso, pero esta práctica lleva consigo algunos riesgos que podemos evitar.
Si bien es una estrategia nutricional que se encuentra en estudio, no es recomendable para todas las personas, ya que puede acarrear algunas desventajas y peligros como los siguientes:
- Disminución de la capacidad aeróbica, como consecuencia de la reducción en la ingesta energética proveniente de los alimentos. Principalmente, esto representa un riesgo para la práctica de ejercicio aeróbico.
- Mareos, dolores de cabeza, debido a la falta de energía y glucosa.
- Pérdida de masa muscular, el cuerpo reserva, en forma de grasa, los alimentos que consume y no utiliza de manera adecuada y usa la masa muscular como fuente de energía, causando pérdida de esta misma.
- Disminución de los niveles de vitamina B.
- Aumento en la ansiedad como consecuencia del ayuno.
- Irritación por la falta de energía y de alimentos.
- Trastornos estomacales, como la diarrea, debido a la ingesta irregular y, a veces, de grandes cantidades de alimento, o la acidez estomacal, al acostumbrarse a tener períodos prolongados sin alimentos en el transcurso del día.
No es recomendable el ayuno, en personas que padecen trastornos de la conducta alimentaria como anorexia, bulimia o trastorno por atracón, ya que se acentuarían síntomas como la ansiedad y el estrés.
El ayuno tampoco es recomendable para niños, mujeres embarazadas o en etapa de lactancia, adultos mayores, ni en personas con padecimiento crónico de alguna enfermedad.
