8 de julio de 2024

¿De forma o de fondo?

Seguimos las reglas, los lineamientos y la estructura religiosa y eso está bien, pero cualquier estructura debe fortalecerse, si no queremos que se derrumbe fácilmente en un “terremoto”.

Y de eso trata el artículo en esta ocasión…

Si bien el Papa Francisco reafirma, todos los días, su compromiso, marcando decisiones que se dirigen tanto a la reforma de las estructuras de la Iglesia, como al cambio de algunas de sus actitudes, somos nosotros, también, los que tenemos que contribuir a cambiar, no solo de forma, sino de fondo, cuando nos pronunciamos católicos; es decir, es correcto seguir las formas establecidas pero ¿Qué tanto nos acercamos al fondo o, mejor dicho, nos comprometemos a realizar acciones que nos mueven de nuestra zona de confort?

La mayoría de las veces y, sin generalizar, la vida agitada, los compromisos laborales, las vacaciones, el cansancio, la desidia y, por qué no, los enojos y  rencores nos alejan de la realidad en la que viven muchos de nuestro llamado “prójimo” cercano o lejano: el pariente enfermo, el que está solo, el que vive lejos, el que no piensa como yo, el que no me cae bien, al que no le hablo hace tiempo, el que necesita recursos de cualquier tipo, en fin, todas las situaciones que “ponen a prueba” nuestra buena voluntad y nuestra confirmación cristiana a través de acciones tangibles, mejor conocidas como testimonios.

Y sí, siempre es más fácil cumplir de forma que actuar de fondo o, mejor dicho, no cabe la una sin el otro y el ideal y el verdadero compromiso involucran la práctica de ambos para crecer continuamente como persona en un sentido, ético, moral y espiritual.

Y, como en cualquier buena y mundana promoción, los puntos valen al doble, la recompensa es inmensa y las gracias y bendiciones recibidas nos ayudan a fortalecer esa estructura para que, nunca, la derrumbe ningún terremoto.

Y, tú…  ¿eres de forma o de fondo?

Deja un comentario