5 de julio de 2024

Oración y acción

En memoria de Javier Barrera Reyes

Cuando llevas mucho, regular o poco tiempo escribiendo reflexiones, compartiendo textos, mensajes y charlas acerca de tus valores y creencias, es inevitable preguntarte qué tan congruente eres en tu vida diaria; entendiendo que la congruencia es la capacidad de alinear, en un mismo sentido, lo que pensamos, sentimos, decimos y hacemos. Y, de aquí, la inspiración para compartir el artículo de hoy: ORACIÓN Y ACCIÓN.

¿Qué tan resistentes somos a las pruebas que Dios nos pone, cuando NO involucra a otros, sino a nosotros mismos, a nuestras amistades cercanas y a nuestros seres queridos? ¿Se mira igual el toro desde la barrera, que desde el mismo ruedo?

Y, de ahí, me pudiera seguir con tantas otras preguntas…

¿Hasta dónde predicamos con el ejemplo? 

Somos humanos, falibles, imperfectos, pero, de vez en cuando, es bueno reflexionar acerca de cuánto tiempo le dedicamos a orar y cuánto realmente le dedicamos a actuar en principio de cómo nos pronunciamos.  

Oración y acción van de la mano, aunque, muchas veces, cuesta trabajo llevar a cabo la segunda. Es, aquí, cuando aparece el llamado a la congruencia; tan difícil este camino que recorremos muchas veces por la acera de enfrente, la empedrada, dispareja y mal pavimentada; y claro es que nos vamos tropezando y tambaleando hasta perder el “equilibrio”.

“Escuchar a la vida nos indicará si paramos, si seguimos por el mismo camino o si rectificamos para regresar un tramo y retomar el rumbo”. “Cuando existe la congruencia personal, aparece la autoridad real del ser humano y hay una gran plenitud de vida”.

Oración y acción es un acuerdo que hacemos con Dios, pero es, también, un gran compromiso que hacemos con nosotros mismos.

Y, en caso de duda… “Hacer una pausa, meditar y ORAR”

¡Felices fiestas congruentes, para ti y para toda tu familia!

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