por ¿Cómo podría ser una celebración de cumpleaños sin el festejado? Creo que no tendría sentido, ni significado, ya que no estaría presente la persona más importante de ese día… Lo mismo ocurre en Navidad, ¿Cómo se puede celebrar Navidad, sin la presencia de Jesús?
Más allá de las esferas, luces, adornos, regalos y reuniones en los que muchos centran la Navidad, está la verdadera importancia, que es la que debe dar sentido a nuestra vida en este tiempo… Navidad es JESÚS.
Cada año, esta fecha nos hace recordar su nacimiento, su llegada a este mundo, hace más de 2000 años, del cual no se ha ido y sigue presente.
Jesús es el verdadero protagonista de este tiempo, no solo un personaje más. El nacimiento de Jesús es, en apariencia, humilde y sencillo, pero, a la vez, sublime y único.
No hay Navidad, sin Jesús. Recordemos lo que dice el ángel a los pastores: «Os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido, hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor»1. Este es el motivo de nuestra alegría, no lo perdamos de vista.
Jesús es quien está en el centro y, si lo quitamos, la luz se apaga y todo se vuelve falso. El nacimiento de Jesús es un don de Dios, que viene a iluminar un mundo oscuro y adormecido2.
Al celebrar esta Navidad, celebremos también todo lo que simboliza el nacimiento de Jesús, en particular, el amor. Seamos como los pastores en la humildad, como los Reyes Magos en la generosidad, como la estrella de Belén, recordando ser la luz de Cristo en la vida de los demás.
Que su nacimiento no nos encuentre ocupados en festejar la Navidad, olvidando que el protagonista de la fiesta es, precisamente, Él 3.
1. Lc 2,10-11
2. Papa Francisco
3. Benedicto XVI
