por Nuestra vida es reflejo de nuestras acciones, como cristianos, tenemos que saber que somos Cartas de Dios.
¿Por qué somos cartas de Dios? Una carta es escrita por alguien y va dirigida a otra persona. Nuestra vida fue escrita y marcada por Dios, a través de la sangre de Jesucristo y por la transformación, a través del Espíritu Santo.
“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón”.
«Ustedes mismos son la única carta de recomendación que necesitamos: una carta escrita en nuestro corazón, la cual todos conocen y pueden leer» 1
Somos una carta escrita por Dios y debemos reflejar, con nuestra vida, lo que Él ha hecho en nosotros. Somos una parte de la Palabra de Dios, siendo «cartas vivas» que Él ha escrito para que otros vean y acepten a Jesucristo.
¿Cómo podemos nosotros ser ‘cartas vivas’?»
– SER CARTAS DE SALVACIÓN 2
Cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de anunciar el Evangelio a toda persona, de la forma que nos sea posible, donde quiera que vayamos, para llevar a otros el mensaje de salvación.
– SER CARTAS DE RECONCILIACIÓN 3
Somos embajadores, en nombre de Cristo, para llevar el mensaje de reconciliación que nos ha sido encomendado: Reconciliaos con Dios, tenemos que invitar a esas personas a volver al camino de Dios.
– SER CARTAS DE CONSUELO 4
Muchas personas, a nuestro alrededor, están pasando por situaciones difíciles, debemos ser, para ellas, cartas de consuelo por medio de la Palabra de Dios, de la oración y de acciones de amor.
Nuestra vida es la “Tarjeta de presentación” del poder liberador y transformador de Dios.
1. 2 Corintios 3:2-5
2. Marcos 16:15
3. 2 Corintios 5:20
4. 2 Corintios 1:7
