por León, toscano de nacimiento, hijo de Quinzianno, nació a finales del siglo IV, en Italia. Recibió una esmerada educación y hablaba el latín. Vivió en Roma desde su juventud, donde fue adscrito al clero romano, llegando hasta el grado de diácono; fue un teólogo ejemplar y un hábil diplomático.
Secretario del Papa San Celestino, y de Sixto III. Fue enviado a Galia, por la emperatriz Galla Placidia, para evitar una guerra civil. Mientras se encontraba en ese país falleció SixtoIII. La Iglesia de Roma pensó que no podía confiar a un mejor hombre el puesto de Vicario de Cristo. Ahí León recibió la noticia que había sido nombrado Sumo Pontífice (año 440).
Durante su pontificado, tuvo que luchar fuertemente contra los enemigos externos, que querían invadir y destruir a Roma; y los internos que trataban de engañar a los católicos.
Desde el principio de su pontificado, 45º en la historia, dio muestra de poseer grandes cualidades, predicaba al pueblo en todas las fiestas. Se conservan 96 sermones, verdaderas joyas de doctrina. A los que estaban lejos los instruía por medio de cartas. Se conservan 144 cartas escritas por San León Magno.
Pero su inmensa confianza en Dios lo hizo salir triunfante de tan grandes peligros. Las gentes de Roma sentían por él una gran veneración, y desde entonces los obispos de todos los países empezaron a considerar que el Papa era el obispo más importante del mundo.
Durante los 21 años de su pontificado, tuvo que luchar fuertemente contra los enemigos externos, que querían invadir y destruir a Roma; y a peligrosos enemigos internos que trataban de engañar a los católicos con herejías.
Su inmensa confianza en Dios lo hizo salir triunfante de tan grandes peligros. Las gentes de Roma sentían por él una gran veneración, y desde entonces los obispos de todos los países empezaron a considerar que el Papa era el obispo más importante del mundo.
Su fama de sabio era tan grande que cuando en el Concilio de Calcedonia los enviados del Papa leyeron la carta que enviaba San León Magno, los 600 obispos se pusieron de pie y exclamaron: «San Pedro ha hablado por boca de León, León ha enseñado según la piedad y la verdad”.
En el año de 452, gran parte de la Península Italia había caído en manos de los Hunos, capitaneados por Atila. Muchas ciudades habían sido conquistadas y saqueadas y el invasor proseguía avanzando sin piedad alguna…
Cerca de Mantua, el Papa León Magno los esperaba encabezando una delegación de Roma. Al encontrarse con el rey de los Hunos, lo persuadió
de proseguir con la invasión. Atila regresó a Hungría.
Tres años después, en el año de 455, una vez más el “León Magno”, se enfrenta a otros invasores. Totalmente desarmado detiene a las puertas de Roma a los vándalos de África, guiados por el rey Genserico. Gracias a su intervención, la ciudad a pesar de ser saqueada, no fue incendiada, permaneciendo de pie las Basílicas de San Pedro, San Pablo y San Juan, en las que se refugió gran parte de la población, salvando su vida.
Su pontificado fue uno de los más largos de la antiguedad Cristiana y uno de los más gloriiosos.
León recibió un elogio verdaderamente singular, tratándose de un simple diácono: “Honor de la Iglesia y del Sagrado Ministerio”.
Además de ser un fervoroso defensor de la paz, fue atento a la comunión entre las diversas Iglesias, sin olvidarse de las necesidades de los fieles; se dedicó a la tutela de la doctrina: inspirando el Concilio ecuménico de Calcedonia (hoy Kadiköy, en Turquía), que reconoció y afirmó la unión en Cristo de las dos naturalezas – humana y divina; animó las obras de caridad en una Roma doblegada por la pobreza, la injusticia y las supersticiones paganas; ejerció las acciones indispensables para “tener justicia con constancia” y “ofrecer amorosamente la clemencia”, puesto que “sin Cristo no podemos nada, pero con Él, podemos todo”.
¿Sabías qué? León Magno fue:
Primer Obispo de Roma que lleva el nombre de León;
Primer Sucesor de Pedro en ser llamado “Magno”;
Primer Papa de quien nos ha llegado la predicación,
Uno de los dos únicos Pontífices (el otro es Gregorio Magno) que ha recibido el título de “Doctor de la Iglesia” (Benedicto XIV, 1754)
Su muerte se produjo el 10 de noviembre del año 461
Según algunos historiadores, León Magno también fue el primer Papa en ser sepultado dentro de la Basílica Vaticana.
Aún hoy, sus reliquias se conservan en San Pedro, concretamente en la Capilla de la “Virgen de la Columna”.
El Papa San Sergio I mandó trasladar, en el año de 688, sus restos mortales junto a «la roca de Pedro». Posteriormente, después de la construcción de la nueva Basílica, fueron colocados debajo del altar dedicado él.
https://www.vaticannews.va/es/santos/11/10/s–leon-magno–papa-y-doctor-de-la-iglesia.html
https://www.aciprensa.com/recursos/biografia-de-san-leon-magno-5035
