por Los bautizados estamos llamados a seguir a Cristo Jesús, su modo de pensar, su modo de vivir la vida. Lo que Jesús nos enseña, en el Evangelio, es precisamente la forma de ser santos, agradables a Dios Padre. Esto es lo que significa ser cristianos.
Para llegar a ser santo, no necesariamente hay que hacer acciones espectaculares, sino que podemos santificarnos precisamente en el día a día, siempre y cuando vivamos la vida como Jesucristo nos enseña en el Evangelio. Es decir, aplicar Su Palabra a la vida diaria, preguntándonos, en cada situación, qué es lo que Jesús opinaría de lo que hacemos, de lo que pensamos, de lo que decimos, o de lo que dejamos de hacer.
Un propósito, para el año que está por venir, es darnos a la tarea de estudiar los Evangelios y de poner mucha atención a la lectura de la Palabra en la Santa Misa y a la homilía, donde el sacerdote nos explica cómo seguir los pasos de Jesús. Esto nos ayudará a ir respondiendo a la pregunta de qué es lo que Jesús opina sobre nuestra forma de vivir.
También, nos irá respondiendo, a la que podemos llamar la pregunta del año: Esto que quiero hacer, decir, pensar, o dejar de hacer, ¿qué representa para mi santidad? Dicho de otra manera: ¿me ayuda a ser santo, agradable a Dios?
Esto es lo que podemos decir que es una guía para vivir como verdaderos cristianos. Así que, ultimadamente, en vez de ser la pregunta del año, debería de ser la pregunta que guíe toda la vida, la pregunta de la vida de fe cristiana.
Contamos con Jesús, pues Él dijo que estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. Podemos acudir a Él en cualquier momento de cada día.
¡Anímate a vivir, como a Jesús le gusta que vivamos: Él está contigo siempre, aunque no lo puedas ver!
Aquí, un vídeo sobre la llamada a la santidad que Jesús nos hace en las Bienaventuranzas:
