5 de julio de 2024

¡Viva México!

Todos sabemos la riqueza que México tiene a nivel cultural, su diversidad natural reconocida por todos los que lo visitan. Pero hay algo que caracteriza a México, en cualquier lugar a donde uno vaya, esa es la calidez, la alegría y el buen corazón que distingue a los mexicanos, no porque los demás no lo tengan, pero, si hay algo que cautiva y enamora al extranjero, es su gente. Cuando se tiene la oportunidad de platicar con alguien o viajar al extranjero parecería que el mexicano es bienvenido en todos lados. Hay lugares en donde, con solo decir soy mexicano, te reciben con una sonrisa; sin embargo, cuánto se extraña cuando estamos fuera.

Escuchaba una vez a un reportero que decía: en donde hay un mexicano, seguro habrá un cambio, habrá alegría, tienen una particular forma de salir adelante. Esto es verdad, no debemos olvidar esa esencia que nos caracteriza. Incluso el Papa, Juan Pablo II, nos dijo, durante su visita a nuestro país, que México es siempre fiel. Se sorprendía del recibimiento que le brindaban y cómo lo hacían sentir parte de una familia.

Este país llega a ser una fuente de inspiración para los escritores, arquitectos, chefs, diseñadores, pintores, etc.; la magia que tiene el recorrer sus calles; lo que, con sus manos, crean nuestros hermanos indígenas; el colorido, los sabores.  Es todo un conjunto de aspectos que no deberíamos olvidar; a veces, solemos centrarnos en las partes negativas que tenemos, pero no debemos olvidarnos de la belleza que también está a la vista.

Ser mexicano es algo más que salir a las calles con la bandera a gritar, un 15 de septiembre. Nos lleva a comprometernos con un país que Dios eligió para nosotros, para formar parte de él; el que la virgen María eligió para hacer su casita y hacernos ver lo cerquita que está de nosotros.

Tenemos la responsabilidad de comprometernos con nuestro país, construir un mejor lugar desde lo que cada uno sabe hacer y hacerlo bien, aportar lo más posible, de manera que, en todo, se vea reflejado el amor y la fraternidad que debemos tener con cada persona con quien compartimos.

Que el ¡viva México! resuene cada vez que compartimos nuestro conocimiento; cuando compartamos el pan con alguien; cuando nos preocupemos por el medio ambiente, por cada ser vivo; cuando intentemos ser mejores hijos, hermanos, amigos, padres; cuando cuidemos nuestra salud sabiendo que, de esa manera, cuidamos al otro.

Que todos formemos parte del proyecto de Dios, construyendo un país donde la reconciliación, el amor y la paz estén siempre presentes.

¡Viva México!

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