«Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve, vende lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven y sígueme…» (Mt 19.21)
¿Cómo explicar la espiritualidad cristiana, en pocas palabras? Diría que es responder a Jesús, en cada momento, a la pregunta implícita: “¿Quieres?” Y, luego, ponerse en acción: … Si quieres, entonces…”
Algunas personas dicen que “querer, es poder”; en clave cristiana, me parece que querer es responder y seguirle… Porque, si quieres lo que Él ofrece, entonces, acepta y anda, asume y libérate, deja y ponte en camino.
Si quieres crecer, aprende a disminuir; si quieres subir, comprende cómo descender; si quieres salir, adéntrate; y si quieres entrar, sal al encuentro.
Si quieres vivir, aprende a dar la vida, con y por su amor.
Si quieres sentirte fuerte, no ocultes tu debilidad, ni temas a tu vulnerabilidad; confía en Dios.
Si quieres encontrar el amor; no te esfuerces tanto en hallarlo, cuanto en ofrecerlo. Si quieres vivir gozosamente en el amor, dispón el corazón para asumir y abrazar el dolor.
Si quieres ser luz, no huyas de las oscuridades, ni reprimas tus sombras, intégralas e invoca la gracia.
Si quieres encontrar la paz, no controles, suelta, acepta y agradece.
Y, si quieres arcoíris, apechuga con la lluvia…
Si quieres liberarte del sufrimiento, ama, dándote.
Si quieres madurar, sal con más frecuencia de tu “yo” y vive más conscientemente con y por “nosotros”.
Si quieres disfrutar más de la vida, saborea y fluye al ritmo del Espíritu.
Si quieres reconocer el poder de Dios Espíritu Santo, pon más atención a su presencia cotidiana. Si quieres ser más del Espíritu Santo, pronúnciale, conságrate y vive a su ritmo e inspiración.
Si quieres ejercer tu sacerdocio bautismal: busca primero el Reinado de Dios Espíritu Santo, intercede, ofrece y da vida, dando la vida, para que haya vida plena; con y por amor… Por Cristo, con Él y en Él.