1 de julio de 2024

NO SOMOS ALGEBRA

Ahora más que nunca, las personas nos preguntamos: 

¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí?  ¿De dónde vengo?  ¿A dónde voy? 

En resumen, ¿cuál es el propósito de mi vida?

Somos miles de personas circulando por el mundo, sintiéndonos una gota de agua en el mar, un grano de arena en el desierto, desesperanzados, desanimados, tristes, descifrando incógnitas, buscando respuestas inmediatas e intentando, matemáticamente, despejar la “X”.

Una de las cosas más importantes que debemos saber es quiénes somos verdaderamente. No estamos en este mundo por casualidad, por equivocación, ni por el resultado de un accidente cósmico y, ni siquiera, por un acto planificado por nuestros padres. 

Estamos en este mundo, porque Dios quiso que naciéramos. Somos, lo que somos, por una razón, somos parte de un plan minucioso, criaturas únicas, trajes a la medida, diseñados por Dios. 

Sólo Él sabe para qué fuimos creados y, con base en eso, seleccionó, cuidadosamente, los materiales y las características que nos dieron forma. 

Él no comete errores, nos entretejió en el vientre, eligió a nuestros padres y, de acuerdo con su plan, los escogió… nosotros llevamos Su sello. Nacimos y lo permitió para que, de acuerdo con su semejanza, decidamos vivir. No somos algebra.

Entonces, no pasemos más tiempo luchando por conseguir el resultado perfecto en este proyecto llamado vida o intentando despejar la “X”; recordemos que, para obtener la nota final, el Maestro también toma en cuenta el procedimiento.

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