8 de febrero de 2025

100 años de Ejemplo de Vida ¿Quién es la Madre Laura?

La Madre, Laura Lascurain Obregón nació en la Ciudad de México el 12 de Mayo de 1921. 

Su madre relata que, a los pocos meses de nacida, la llevaron al santuario de Nuestra Señora de Lourdes, en Francia. Al visitar la cripta, se abrió una puerta y salió un sacerdote y les dijo: “¿Es ésta la niña que se va a consagrar a la Virgen?”.  “No padre”, respondieron sus padres.

“¡Que raro!”, dijo el sacerdote, “han ido a decirme que baje a la cripta a consagrar a una niña a la Virgen. Voy a esperar, no han de tardar las personas que me han llamado”. Esperó largo rato y viendo que no venía nadie, les dijo: “No viene nadie, ¿No quieren ustedes consagrar a la niña a la Virgen?”.                                                                         “Si padre, con mucho gusto” respondieron.

Se acercaron al comulgatorio. El padre consagró a Laura y dijo, “ya me voy, no viene nadie más”. Sus padres siguieron esperando y nadie más apareció.

Esto había quedado como olvidado, hasta que Laura creció y se le empezó a ver el camino que iba a tomar. Su mamá se lo relató a ella un año antes de que entrara en la vida religiosa, no habiendo querido hacerlo antes para no sugestionarla pues… ¿Quién duda que, desde ese día, la eligió la Virgen?

Desde los 14 años, Laura pensó que la vida religiosa podría ser su vocación, pero fue hasta los 19 años, en 1940, que Laura les dijo a sus papás que quería ser religiosa. Sus papás, con lágrimas en los ojos, le hicieron ver que debía de pensarlo bien, que estaba aún joven para tomar una determinación de esa importancia. Ella contestó que lo tenía muy bien pensado. 

Pasaron dos años en los que Laura no dejó de insistir a sus padres y estudió las distintas órdenes religiosas. Después de leer la biografía de Santa Vicenta María López Vicuña, escogió la orden española: «Religiosas de María Inmaculada» (RMI), pues lo que más quería era poder ayudar a jóvenes mujeres, a cumplir sus metas.

Escribió a España a la RM superiora, de Madrid, pidiendo su ingreso a esa comunidad. Tuvo respuesta en agosto de 1942, le confirmaban que había sido admitida y que la esperaban gustosas. 

Al recibir esta respuesta, Laura dijo a sus papás que ya no había motivo para esperar. Voló a la Habana en noviembre de 1942 y 4 meses más tarde se embarcó hacia Bilbao donde posteriormente un tren la llevó hasta Madrid.

Se fue en busca de su ideal, pero dejando en la desolación más grande a sus papás y a sus 7 hermanos.

Años más tarde Laura regresó a fundar la segunda casa de las RMI, en México. Las madres ya habían estado antes en nuestro país pero, por la persecución religiosa, habían tenido que abandonarlo.

Posteriormente fue superiora en Guadalajara, Jalisco; en Nueva York, E.U.; y en México, trabajando muy de cerca con la misión en la Sierra de Puebla.

Las RMI tienen misiones en varias partes de la República Mexicana y varias casas de acogida alrededor de todo el mundo. Reciben a mujeres que por cuestiones laborales o académicas tienen que vivir lejos de sus familias.

En Enero del 2020, Laura recibió un reconocimiento a nombre de su abuelo, Ángel Lascurain Gómez Valdés, a quien se le atribuye la llegada de los Salesianos de Don Bosco a México, en el año de 1890.

Actualmente, Laura,  da clases a las novicias postulantes en el Convento ubicado Acordada 99, San José Insurgentes, Ciudad de México y acaba de celebrar su cumpleaños número 100 en Mayo pasado. Sí, ¡un centenario de vida! Y, a Dios gracias, con excelente salud.

El R.P. Eugenio Casas Alatriste, M.Sp.S., celebró la misa de acción de gracias por su cumpleaños, en dónde expresó que todos somos “santos en semilla”, y es nuestro deber seguir el ejemplo de la Madre Laura, sus padres y abuelos, predicando la palabra de Dios a los demás, así como se ha venido haciendo, generación tras generación. 

Al terminar la misa, la madre Laura, dio las gracias, dijo que seguirá pidiendo a la Virgen que bendiga a todos. Expresó la importancia de seguir dando el ejemplo a nuestros hijos y nietos de ser una familia católica apostólica romana.

Pidió que sigamos sembrado en nuestros jóvenes y niños el amor a Dios, a Jesús y a María.

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