Tener una buena alimentación no solo se trata de mantener o alcanzar un peso saludable. Una buena alimentación es aquella que te permite estar bien física y emocionalmente; para esto, es necesario tener una relación positiva con la comida.
Se recomienda evitar:
- Restringir ciertos alimentos, que se consideran como engordadores, para poder disfrutar de todos los alimentos sin sentir que pierdes el control.
- Enfocarte en bajar de peso, sin importar cómo, más bien enfocarte en cuidar y nutrir sanamente tu cuerpo.
- Estresarte con pensar constantemente en la comida, mejor sentirte libre y a gusto con tus decisiones de comida.
- Comprar productos innecesarios, como botanitas comerciales, golosinas o refrescos. Es preferible planear las compras de alimentos de la casa, haciendo una lista para comprar, únicamente, lo necesario.
- Pedir comida rápida a domicilio, con antojos de último momento. En su lugar, es mejor preparar las comidas con anticipación.
- Pasar más tiempo del necesario en reposo o acostado en la cama o en un sofá. Es preferible planear actividad física, en un horario temprano, antes de iniciar las actividades laborales, escolares o domésticas.
- Desvelarte o quedarte hasta tarde viendo el celular o la computadora, mejor programar a qué hora te vas a ir a dormir.
La falta de planeación puede ser la diferencia entre tener una buena relación con la comida y no tenerla; por lo general, la falta de planeación lleva a no cumplir con nuestras metas y objetivos. Utilizar una agenda, con horarios establecidos para cada actividad durante el día, te ayudará a planear mejor tu día y a mejorar tu relación con la comida.
MNA. Gladys María Bilbao y Morcelle
Maestra en Nutriología Aplicada Especialista en Obesidad y Comorbilidades