por Los padres siempre quieren que sus hijos sean sanos, felices, independientes, personas de bien y con valores. ¿Cómo lograr que esto suceda? No existe una fórmula secreta, ni padres perfectos, pero sí existen 3 factores que ayudan a lograr que así sea.
Comunicación. Desde antes de nacer, ya podemos hablarle a nuestro bebé y, desde que nace, siempre hay que hablarle viéndolo a los ojos, con lenguaje claro y a su nivel, pero, siempre, conectando la mirada y no solo con comunicación verbal. La comunicación no verbal, en muchas ocasiones, es aún más importante.
Límites. Sin importar su edad, es muy importante tenerlos establecidos y claros, y, con ellos, una rutina. Así, se van adaptando con la edad.
Tiempo de calidad. Alguna vez, escuché a una mamá decir: “¡Qué horror! Ya vienen las vacaciones escolares y tendré a mis hijos en la casa todo el día”.
Con la pandemia, el tiempo con los hijos en casa ha llegado a más de 14 meses. ¡Nadie se lo hubiera imaginado! ¿He disfrutado a mis hijos este tiempo o los he “sufrido”?
Muchos padres tienen que trabajar y necesitan su tiempo y espacio, pero, del tiempo que les queda libre, ¿le dedican algo de tiempo de calidad a sus hijos? ¿Platican con ellos? ¿Hacen algún proyecto juntos?
No se necesita llevarlos al cine, simplemente, al hacer algún platillo de comida, leer un libro juntos, enseñarles algo que les interese, ayudarles a planear algún proyecto, hacer la lista del súper e ir juntos a comprarlo, planear el próximo plan de familia, los ayuda a sentirse escuchados y que sus comentarios son valiosos, que tienen una responsabilidad y son capaces de cumplirla. Les ayuda a crecer.
Está comprobado que hijos que se reúnen con los padres, al menos 3 veces por semana a cenar o comer, son menos propensos a padecer de bullying o de caer en alguna adicción. Esto se debe a que, al primer instante en que hay algún cambio en el estado emocional del hijo, el padre es capaz de detectarlo y lo ayuda, antes de que el problema se haga mayor. Le da las herramientas que necesita en el momento preciso, mejora la autoestima y seguridad para enfrentar retos y no espera a que sea demasiado tarde.
Niños con problemas emocionales, se ha visto que, con pasar tan solo una tarde a la semana con alguno de sus padres, su autoestima se eleva, les da seguridad, mejoran su rendimiento académico y, definitivamente, son más felices.
¡Hagámoslo por ellos y disfrutemos cada instante!
