5 de julio de 2024

Quién

Y, un día, te das cuenta que nunca importó el dónde, el cuándo, el cómo. Lo único que era valioso era el quién. Porque las estaciones cambian, los nuevos edificios reemplazan los viejos, el calendario avanza. Y, cuando esto sucede, lo que extrañas no es el lugar de encuentro, sino las conversaciones; no es el café, sino a la amiga que lo traía; no es el día, sino la energía de las personas con las que convivías. Lo que extrañas y siempre buscabas era la buena compañía. Y no por lo que hacías al estar con esas personas, sino por cómo te sentías, cuando estaban a tu alrededor. 

Y, a partir de ese momento, empiezas una búsqueda para llenar tu vida, solo de esas personas que aportan a tu existencia, que te hacen querer vivir más y mejor; que te hacen darte cuenta que solo somos turistas en un lugar llamado Tierra; que lo que necesitas está dentro de ti y que somos parte de algo mucho más grande de lo que imaginamos. 

Y es, ahí, cuando empiezas a rodearte de esos seres humanos que parecen mágicos, que poseen un brillo único en los ojos y una energía positiva que se contagia. Es, al estar a su alrededor, cuando entiendes que tu casa no es un lugar sino un sentimiento, que el tiempo no debe medirse con un reloj sino con experiencias y que los latidos del corazón, que nos impulsan a vivir, no se escuchan, sino que se sienten, para ser compartidos y transmitidos.

Es, en ese instante, cuando te das cuenta que la vida solo se trata del quién. Con quién compartes, a quién le transmites, quién le da sentido a tu vida, a quién ayudas y quién te inspira e impulsa a ser y vivir mejor este viaje.

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