8 de julio de 2024

Evangelización en tiempo de Pandemia

Nos sorprendió la pandemia de una manera dura, cruda y difícil… mostrando lo vulnerables que estábamos y lo lejos de Dios que vivíamos. Con la crisis de la pandemia, llega el cierre de los lugares de aglomeración…entre ellos, los templos, la iglesia, la casa de Dios, nuestro lugar de encuentro con el Señor. 

Lejos de saber lo que vendría, asumimos una cuarentena como medida a corto plazo y, suspirando, pensábamos: ¿Cómo haremos ahora para vivir nuestra fe? Muy diligentes, nuestros sacerdotes, asesorados por laicos creativos, vieron en las redes sociales una forma de llegar a nuestros hogares, que se veían ahora lejos del templo y que clamaban algún consuelo.

En una era digital, la iglesia estaba un poco ausente, lejos de esta plataforma, distante de una red que podría parecer impersonal y hasta cruda. La exploración de estos espacios abrió un mar infinito de posibilidades para nuestra iglesia y, en especial, para cada uno de nosotros como fieles: rosarios, momentos de oración, horas Santas y, la misma Eucaristía, se convirtieron en la respuesta, en el bálsamo, en el aliento, justo en el momento en el que la humanidad estaba más desesperada ante el enfrentamiento con el virus.

Hemos pasado más de un año descubriendo las posibilidades de pescar en red y de llegar a muchos lugares gracias a las redes sociales. No tengo cuenta puntual de cuántos rosarios en vivo hicimos el año pasado, 2 o 3 diarios si no es que fueron más, descubriendo del otro lado a sacerdotes, religiosas; hermanos que, con la misma necesidad de buscar al Señor, alegres, concluíamos: tenemos una cita en la red, una cita para clamar por el mundo, una cita para clamar por el fin de la pandemia.

Lo que antes era lejano e innecesario, hoy, es importante, muy relevante… La abuela aprendiendo tecnología, el sacerdote y la religiosa creando contenido y, al final, Dios presente en cada hogar, utilizando el único medio que nos permitió reunirnos sin exponer nuestra salud.

Cada hogar, entonces, se convirtió en una Iglesia y, todos, en el peor momento de la humanidad, en los últimos tiempos , fuimos y somos sostenidos por el amor del Señor, con Su mensaje, en todas las redes sociales .

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