8 de julio de 2024

Un pequeño testimonio de José y una oración

“Me levanté, te tomé de noche, mi Niño, y a tu madre y me retiré a Egipto; y estuve allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo dicho por el Señor por medio del profeta: “De Egipto, llamé a mi hijo”.

“Y escribo esto para recuerdo y para hacer comprender que la fe es entrar al proyecto de Dios que se va conociendo día a noche, noche a día. No diré más. Entraré de nuevo en mi silencio. Mi Niño crece y es mi responsabilidad que crezca sano y fuerte porque le espera una gran misión”.

José, el soñador y padre de Jesús.

—-

“El árbol bueno da buenos frutos”, dijo Jesús un día. Nada más ver a Jesús podemos valorar, admirar y tratar de imitar a su buen padre, José. 

Oración:

SUÉÑAME, JOSÉ, EN TU SUEÑO,

abierto al querer del Padre amado.

Suéñame también esperando,

a tu Hijo, por sorpresa esperado.

Suéñame siendo uno contigo,

recibiendo a Jesús de tu regazo.

Viviendo siempre al abrigo

de acogerlo también entre mis brazos.

Suéñame, José, soñando contigo…

Suéñame soñando sin descanso.

sergiogarcia, admirador y soñador como José.

Deja un comentario